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El auge de los activos digitales es un panorama que presentan nuevas oportunidades económicas como también riegos que se deben considerar al invertir en esta categoría. Dentro de estos activos se incluyen las criptomonedas, los cuales pueden ofrecer diferentes beneficios como lo es la compensación de rendimientos asimétricos por riesgo, la habilitación de una forma de pago diferente que resulta en una facilidad de pagos y una cobertura de volatilidad de monedas fiduciarias, y la adopción de tecnologías modernas las cuales evolucionan rápidamente.
Sabemos qué beneficios nos ofrecen los activos digitales a la hora de incorporarlos; sin embargo, ¿Sabemos qué son y cuáles existen? ¿Qué impacto tienen en tu empresa? En este blog conocerás todo eso y más sobre los activos digitales.
Un activo digital es cualquier tipo de archivo que tenga el potencial necesario para convertirse en un activo, estos archivos cobran un valor una vez que se les agrega un contexto para su uso dentro de la empresa o persona, se le añade información de restricciones de uso y detalles de licencia, o en otros casos son recursos digitales que se utilizan como monedas de transacción.
Entrando un poco al lado técnico de estos activos digitales, funcionan a base de bloques de cadenas, las cuales son soluciones para habilitarlos, debido a que es un método para registrar información segura en una red.
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En los activos físicos existen una gran variedad de opciones para invertir, lo mismo pasa con los activos digitales, en los cual existen diferentes opciones para invertir y estos son clasificados en cinco categorías:
Estos activos consisten en cualquier tipo de moneda digital o tienda digital de valor, los cuales se pueden utilizar para la compra de servicios o productos, que tienen fines especulativos, como puede resultar el operar en una plataforma de intercambio de criptoactivos.
Este es un tipo de criptomoneda que es diseñada para la estabilidad de precios, debido a que los precios de las monedas estables están vinculados a materias primas, monedas fiduciarias u otros activos. Estas principalmente son utilizadas para divisas, realizar pagos y transferencias transfronterizas.
El NFT es un tipo de activo digital, el cual representa la propiedad que se tiene de un objeto digital único. Contar con un token no fungible se encarga certificar que un solo titular posea su activo digital y pueda realizar acciones comerciales con él.
Es un activo digital que representa una moneda fiduciaria de un país en específico, la cual es respaldada por un banco central. Es necesario saber que no todos los países emiten este tipo de monedas. La moneda principalmente solo es usada para realizar pagos y transferencias transfronterizas.
Los tokens de seguridad son activos digitales que cumplen con una definición de inversión o valor financiero, como los bonos y acciones. Son usados principalmente para versiones de acciones tokenizadas como lo son los bonos y el capital, además de otras versiones tokenizadas de activos del mundo real, como lo son las propiedades, equipos, plantas, etc.
Una vez que sabemos cuáles son los tipos de activos más comunes, elegir el activo digital adecuado dependerá de las metas que tenga tu empresa, ya sean financieras, operativas o tecnológicas. Si el objetivo es diversificar ingresos o protegerte ante la inflación, los activos criptográficos pueden ser una buena opción. Este tipo de monedas digitales permite resguardar valor y operar en plataformas de intercambio, lo que resulta útil en entornos económicos inestables.
Por otro lado, si tu empresa realiza transacciones frecuentes o trabaja con pagos internacionales, invertir en monedas estables puede ofrecerte estabilidad y eficiencia, ya que su valor está vinculado a monedas fiduciarias o materias primas, permitiendo transferencias rápidas y con bajo costo.
En cambio, si tu empresa se enfoca en la creación de contenido digital, arte, propiedad intelectual o cualquier producto único, los tokens no fungibles (NFT) representan una excelente opción, ya que permiten certificar la autenticidad y propiedad de un recurso digital específico, facilitando su comercialización segura en entornos virtuales. Cada activo digital ofrece beneficios distintos, por lo que la clave está en identificar cuál se adapta mejor a la necesidad y visión de tu empresa.
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Como se puede observar, los activos digitales han revolucionado el panorama financiero y operativo de muchas empresas. Su impacto no solo se limita a ofrecer nuevas formas de pago o inversión, sino que también introducen beneficios clave como la automatización de procesos, la transparencia en las transacciones, la reducción de intermediarios y el fortalecimiento de la seguridad digital.
Adoptar activos digitales permite a las empresas ser más competitivas en mercados cada vez más digitalizados. Desde el uso de criptomonedas como forma de cobro internacional hasta la tokenización de activos físicos que facilitan nuevas formas de financiamiento, estos recursos abren la puerta a nuevas oportunidades económicas. Además, permiten optimizar la experiencia del cliente, agilizar operaciones, y generar modelos de negocio más escalables y globales.
Asimismo, la integración de tecnologías como blockchain en la gestión empresarial fomenta la trazabilidad, el acceso descentralizado a la información y una mayor eficiencia operativa. En conjunto, los activos digitales no solo transforman la forma en que las empresas interactúan con sus recursos, sino también cómo se relacionan con sus clientes, proveedores y mercados.
Los activos digitales ya no son solo una tendencia del futuro, sino una herramienta presente que impulsa la evolución empresarial. Desde criptomonedas hasta tokens de seguridad, su correcta implementación puede representar una ventaja competitiva significativa, siempre y cuando se analicen cuidadosamente los riesgos y se alinee su uso con los objetivos de la empresa.
Invertir en activos digitales no implica solamente una actualización tecnológica, sino una transformación en la forma de hacer negocios. Comprender qué tipos existen, cómo funcionan y cuál se adapta mejor a tu modelo empresarial, es el primer paso para integrarlos de forma estratégica y responsable. En un entorno económico en constante cambio, los activos digitales ofrecen la posibilidad de innovar, optimizar y crecer con solidez y visión a futuro.
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